Cuando posó su helicóptero en el corazón de la pista de alta seguridad de La Ferté-Vidame, Sébastien Loeb pensaba que iba a probar un coche. Tras unos primeros compases al volante, se dio cuenta de su error. “Este 208 T16 Pikes Peak es un auténtico cohete. Tiene una potencia increíble. Al principio, cada cambio de marcha te abruma. Es tan brutal que necesitas un pequeño periodo de adaptación antes de acostumbrarte al golpe que producen las marchas al entrar. Luego, por suerte, te acostumbras pero al principio impresiona muchísimo”, declaró el piloto. Las primeras pruebas al volante del 208 T16 Pikes Peak no han dejado indiferente al piloto francés a pesar de estar muy acostumbrado a las sensaciones fuertes. “Gracias a los turbos, jamás había conducido nada que acelerara tanto”, se asombra Loeb “En las primeras marchas, un Fórmula 1 no entrega nunca todos los caballos de su motor mientras que en este caso, desde que aceleras en primera con las cuatro ruedas motrices y el turbo, acelera de inmediato. Me encontré en sexta a 240 km/h en nada”.

Pronto, esta simple sesión de pruebas se convirtió para Sébastien Loeb en una experiencia única y excepcional: “He probado ya muchos tipos de coches de competición pero en este caso, las sensaciones han sido diferentes a todo lo que he conducido hasta ahora. Digamos que, a nivel de prestaciones de aceleración y frenada es más un Fórmula 1 que un coche de rallyes. A nivel de comportamiento también porque la adherencia es increíble y las cuatro ruedas motrices contribuyen a estabilizarlo perfectamente. Es realmente un prototipo muy eficaz con un enorme potencial”. Una bestia de carreras debe ser domada a la perfección. En el caso de Sébastien Loeb, está claro que no va dejarse dominar por la fiera sino todo lo contrario. Con sus nueve títulos de Campeón del mundo de rallyes, se pondrá en la piel de un domador, con puño de hierro y la serenidad que otorga la experiencia: “He empezado progresivamente porque la pista de pruebas no es muy ancha y no tiene escapatorias. Pero la verdad es que no sé dónde están los límites del coche. Rodar en circuito será una etapa importante para saber exactamente dónde estamos y para calibrar su auténtico potencial. Luego, el objetivo será adaptarse totalmente al coche para afrontar la subida al Pikes Peak. Y eso reclama trabajo... ”.

- El vehículo acelera de 0 a 100 km/h en 1,8 segundos
- "A nivel de prestaciones de aceleración y frenada es más un Fórmula 1"
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